Sentados a la ladera del cerro con la misma mirada desoladora, se encuentran los pobres de la Palestina del primer siglo. Entonces “Jesús miró a sus discípulos, y les dijo: “Dichosos ustedes los pobres, pues de ustedes es el reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, pues quedarán satisfechos” (Lucas 6.20-21). Jesús confiaba que ésta promesa debe ser una realidad en su iglesia y por medio de su iglesia.
En la cruz fue perdonado nuestro egoísmo, Se nos dió un reino en el que ya no nos angustiamos por tener sólo dos túnicas, ahora nos ocuparemos en compartirlas con quien no tiene ninguna, (Lucas 3.11).
Algunas Iglesias tienen comedores comunitarios, otras dispensarios médicos. ¿Tu Iglesia que ésta haciendo al respecto?, y lo más importante, ¿tú cómo colaboras en el Reino de Dios para con los pobres?
Luis Estrada.
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